En el tiempo que Jesús vivió, especialmente cuando comienza a predicar su mensaje, demostró una profunda comprensión con la mujer; diferente al que la sociedad, y los hombres en especial, les prodigaban. Es un arco que va de la misericordia, el respeto, la confianza y la ternura, hasta una empatía que irradia una santa complicidad. Los mismos discípulos se extrañan de la recepción acrítica, confiada y generosa con la que permite a las mujeres acercarse a él. En múltiples ocasiones tratan de obstaculizar su acercamiento al Maestro creyendo que él aceptaría o esperaba esa celosa protección, pero al contrario su respuesta sería siempre de acogida y escucha comprensiva. Eso produjo pronto una adhesión insólita a su mensaje y a su persona.
El libro presenta la peculiaridad de reunir los textos del evangelio en que Jesús interactúa con las mujeres. Son versículos que todos conocemos pero que en este escrito se aprecian en conjunto y se comentan por los Padres de la Iglesia, por los últimos pontífices y por el propio autor.
La dimensión de la mujer se proyecta de un modo diferente al apreciar la deferencia que Jesús les prodigaba y la lealtad con que ella devuelve esa protección y amorosa acogida.