Doña Isabel, infanta de Aragón, proporciona un paradigma de "reina santa" que debe vivir y ejercer su poder en un contexto de profundo catolicismo, pero marcado por complejos problemas morales y por las no siempre fáciles relaciones entre el Papado y los reinos cristianos. Isabel de Portugal (1270-1336) constituye una de las figuras peninsulares más importantes y menos conocidas del grandioso siglo XIII en el que surgieron las universidades; se crearon nuevas órdenes religiosas; se comenzaron a construir las catedrales de Amiens, Burgos, Toledo y León; escribieron sus obras Santo Tomás de Aquino, Gonzalo de Berceo y Alfonso X el Sabio; se concluía prácticamente la reconquista de Castilla con la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, y, en 1249, la de Portugal, etc.