El autor presenta a Jesús, desde su primera peregrinación a Jerusalén hasta su muerte y su resurrección. La humanidad sigue sigue soñando con alguien qure le enseñe a moverse en el laberinto de la angustia y que, sobre todo, le muestra la puerta de salida.
Presenta a María, madre, mujer del pueblo y caminante. María nos enseña a decir siempre sí y a sentir que esta vida es siempre una partida, un desprendimiento y una ofrenda.
Toda vida es un proceso dinámico. Supone crecimieno, maduración, interacciones. Avances, descansos y retrocesos. Por eso la vida siempre ha sido comparada a un camino.