A través de ésta obra clásica de Vladimir Solovev podemos acercarnos a una de las cumbres de la profunda espiritualidad rusa, con mucha frecuencia desconocida en nuestro ámbito.
Las páginas de esta obra desean ser un canal, a través del cual se pueda compartir la fascinante búsqueda del rostro de la Virgen María, según la Palabra de Dios y la experiencia de la Iglesia.