Sda. Escritura será siempre la fuente límpida y peremne donde hemos de aprender a beber los secretos para enhebrar ese misterioso diálogo con Dios llamado oración.
El libro de Daniel El libro de Daniel cuenta la historia de un judío desterrado en Babilonia, en el siglo VI, pero los historiadores colocan a su autor en el siglo II.
Esta obra ofrece un profundo y luminoso estudio bíblico sobre el discurso programático de Jesús, cuyas dos versiones aparecen como expresiones privilegiadas de la cristología y de la eclesiología de los evangelistas con matices propios.
Según Brox, la tradición paulina no es la única que nutre la teología de esta Carta. 1 Pe testimonia la riqueza de la predicación paleocristiana de finales del s. I. En medio de la persecución, ofrece argumentos para soportar el sufrimiento y darle sentido.
Este libro, nutrido con numerosos testimonios, se pregunta también por el futuro de unas comunidades que tienen que hacer frente a la crisis de vocaciones.
Para leer el Apocalipsis El autor propone en la primera parte del libro cinco claves de lectura, que permiten abrir un libro que algunos consideran cerrado:
El sacramento de la penitencia o de la reconciliación se presenta en esta obra a partir de sus raíces antropológicas y bíblicas, en las que se percibe el «misterio» del encuentro del hombre con la frustración de sus aspiraciones de bien y con el descubrimiento de que Dios le tiende su mano.
Los Números, un libro poco atractivo y poco conocido. Este cuaderno tiene dos partes: la primera nos ofrece una visión de conjunto del libro en torno a dos cuestiones:
A la luz de la Biblia, podemos concebir la vida humana como una historia de gracia por ser creación, regalo divino que recibimos sin merecerlo ni procurarlo; vida que se crea a sí misma, tarea o responsabilidad arriesgada y gozosa; y esperanza, camino abierto que viene sustentado por la promesa de Dios.
El autor interroga en esta obra al Evangelio para ver si éste nos propone alguna opción fundamental que nos permita combatir las situaciones y los actos de violencia.
Es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia de Oriente y uno de los tres pilares de la Iglesia ortodoxa con Basilio y Gregorio. Famoso por su predicación y su teología,
Estos relatos, necesariamente limitados en número, son una lectura atractiva que dejarán en el lector un poso de admiración y esperanza, como siempre que la Virgen acoge bajo el manto maternal a los hombres del mundo entero.
El presente comentario en dos volúmenes de La Carta a los romanos ha entrado por méritos propios en la categoría de «clásico». Sin duda es fruto de la docencia que a lo largo de más de veinte años llevó a cabo el profesor Ulrich Wilckens, y que vio la luz entre 1978 y 1982.