Guiados por el deseo de Jesús que nos llama junto a él, recogemos de la tradición de la Iglesia el objetivo de un recorrido de ejercicios espirituales para buscar y hacer la voluntad de Dios en nuestra vida.
Para volver a la escuela del don, para aprender a transparentarlo, es necesario que volvamos a descubrir la confluencia de los regalos recibidos de Dios y de los demás.