Este libro constituye un emotivo testimonio de fe. SUENENS había preparado estos textos como su testamento y guía espiritual para ser vividos, especialmente, a lo largo del Tercer Milenio. El cristiano en unión con Maria, sigue a Jesús, vive el Espiritu Santo y está en el camino hacia el Padre.
Aunque vivimos una intensa fiebre de final de siglo y de milenio, lo cierto es que ni uno ni otro terminan real-mente. El siglo XX, al igual que los anteriores, deja una herencia que perdurará en la mente de todos: en la forma de vivir, en las creencias, en el comportamiento, en la cultura...