El libro pone al lector en contacto con la personalidad de Adela: su natural infatigable e impulsivo, sus grandes dotes de comunicación, su amor apasionado a Jesucristo y a los pobres...
Es urgente redescubrir la importancia de la corrección fraterna hecha por amor, para construir verdaderas relaciones de amistad y de fraterna colaboración, para caminar en la verdad y para no perseverar en el error.
Ante los cambios que nuestra sociedad está viviendo, este libro plantea la pregunta sobre cuál debe ser la presencia de las mujeres en la Iglesia actual.
Jesús no es únicamente buena noticia, es la buena noticia. Somos conscientes de que, a través del vasto y difícil mundo de la información, circulan todos los días miles de noticias, unas buenas y otras no tanto.