En 1981-84, tras haber escrito Llegar a ser uno mismo, Légaut quiso escribir algo directamente relacionado con el cristianismo. La indagación acerca de la vida de fe de los discípulos, así como de quienes se encontraron, aunque fuese brevemente, con Jesús en profundidad, a partir de haber hecho cuestión de su propia vida y destino, permite exponer a Légaut su idea del seguimiento y del discipulado, que introduce en un plano distinto de la mera adhesión ideológica a un sistema de creencias o de la mera observancia de unas normas de conducta. Traducción de Francisco Cuervo-Arango, con un breve texto de Légaut para la edición castellana. París, 1984. Salamanca, Sígueme, 1989.