Los libros, su escritura, difusión y lectura, desempeñaron un papel crucial en los primeros grupos de seguidores de Jesús. El nacimiento del cristianismo, su expansión y su arraigo, así como su posterior consolidación e influjo cultural no habrían sido posibles sin los libros que aquellos primeros cristianos escribieron con gusto, confeccionaron con esmero, distribuyeron con eficacia y leyeron con enorme interés.
La Sagrada Escritura es el libro del amor de Dios. Comenzando con Adán y Eva, Bergsma examina los grandes matrimonios bíblicos como imágenes del gran amor entre Dios y su pueblo…