El dolor que no tiene nombre es el testimonio de dolor, pero también de fuerza, que no reflexiona solamente sobre el vacío de la pérdida, de la desesperación...
EL CAMINO DE LA LIBERACION SERA EL HILO CONDUCTOR DE LA CONVIVENCIA, PARA LLEGAR A CONOCERSE CADA UNO MAS, COMPROMETIENDONOS A VIVIR FELICES AL SERVICIO DE LOS DEMAS.
Vivir y trabajar en una residencia de personas mayores nos ayuda a ejemplificar algunos de los retos más cruciales en el proceso de vivir y morir; es una muestra significativa de la relación entre nuestra sociedad
Duelos para la esperanza se compone de veintisiete testimonios escritos desde la experiencia, después de haber transitado el camino del duelo tras la muerte de un ser querido.
Muchas son las teorías que han pretendido explicar este fenómeno: la simpatía cósmica, el sufrimiento general, la empatía personal, la superioridad de la acción buena sobre la mala, etc. Y, desde luego, muchos son los que no queriendo sufrir con los demás sufren por desesperación de sí mismos.
Las reflexiones cortas de varios autores, los textos bíblicos, los esquemas de celebración y las oraciones que contiene este bolsilibro son una excelente ayuda para todos aquellos que pasan por el trance doloroso de la enfermedad, sus familiares, los profesionales del área de la salud y los agentes de pastoral.
Este libro contiene un programa y un mensaje. El programa presenta la nueva concepción de la psicología pastoral como una rama de la psicología que estudia los procesos que tienen que ver con las actividades pastorales.
La vida de Isabel, la autora, sufrió una tremenda transformación a partir de la enfermedad y el fallecimiento de su hija Florencia. El proceso de esta conmoción interior y las preguntas que cuestionaron los fundamentos de su fe…
Yo no conozco la muerte. No, yo solo voy hasta el final de esta orilla, la de la vida. Acompaño hasta el umbral de lo infranqueable. «¡Pues no es tan fácil!», pensarán tal vez. Y, sin embargo, lo afirmo: si se alberga mucha ternura…
Si la vida solo sirve para servir, atrevámonos a vivir sirviendo, y en el servicio encontraremos la felicidad. Si somos serviciales, las personas nos querrán. Si somos serviciales, nunca estaremos solos. El servivio es una forma privilegiada de amar, y el amor es el único antídoto contra la soledad.